lunes, 19 de enero de 2015

¡Se hizo justicia! Máxima Acuña ganó batalla legal contra minera Yanacocha

El miércoles 17 de diciembre, una noticia largamente esperada fue realidad, la campesina cajamarquina Máxima Acuña fue absuelta de los cargos que le interpuso la minera Yanacocha –en su pretensión de establecer el proyecto Conga que destruiría el ecosistema de las lagunas presentes en esa zona–  y por lo cuales fue condenada al desalojo de sus tierras,  dos años de prisión suspendida y 5 mil dólares de reparación civil.

Máxima, una de las guardianas de las lagunas de Conga, es un símbolo para todos y todas quienes deben defender con todo lo que tienen – que materialmente a veces es muy poco–  y principalmente con un coraje inconmensurable,  su territorio, sus modos de vivir y de producir, el equilibrio ecológico, en otras palabras, la sostenibilidad de la vida en su pueblo,  ante la codicia desmesurada del gran capital.

A lo largo de toda la persecución y represión que padeció,  se hicieron presentes las  redes de solidaridad, entre ellas, la intervención de las organizaciones feministas, como la Marcha Mundial de Mujeres, que entre sus acciones incluyeron el recojo de firmas para evitar el desalojo y  pedir  el cese a la violencia y el acoso contra Máxima.

El caso de Máxima ha sentado un precedente para creer aún en el sistema judicial de nuestro país, y en la fuerza de la sociedad civil cuando se une en torno a una causa común. La empresa Yanacocha anunció que presentará un recurso de casación, con el cual pretende anular la sentencia, que esperemos no prospere.

La lucha continúa, por lo tanto, la solidaridad debe seguir, están en juego nuestras vidas, pues si se establece el Proyecto Conga, perderemos una de las principales reservas de agua que tenemos. Aun en Conga, queda el caso de Dina Mendoza, comunera que por unirse a la causa de Máxima también está siendo procesada por tres delitos, entre ellos usurpación de tierras y obstrucción de vías, que desde luego, no tienen  fundamento. Hay que mantener el ojo vigilante y estar listos y listas para evitar que se cometan más atropellos y lograr que la justicia se siga imponiendo.

Y hay muchas mujeres más que están cobrando  protagonismo en la lucha y resistencia contra los proyectos extractivistas que atentan contra la vida humana y la de la naturaleza y que reciben carta blanca del Estado peruano y se van expandiendo por todo nuestro país. Ellas defienden el agua, los bienes comunes y sus territorios;  no fueron consultadas ni participaron en las negociaciones (solo a los hombres se les considera representantes de los intereses de la comunidad)  pero si se les identifica en el momento de criminalizar su lucha, se les persigue, se les intimida, se les juzga.
Volver a página principal
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario