lunes, 19 de enero de 2015

Los procesos hacia la economía solidaria en América Latina: Avances, retos y deudas con la equidad de género

La participación de la Marcha Mundial de Mujeres en la Cumbre de los Pueblos se inició con reflexiones acerca de la economía solidaria como una propuesta de nueva organización social frente a la crisis de un capitalismo depredador  que atenta contra la vida de los seres humanos, en particular de las mujeres, y la naturaleza que es nuestra fuente de vida.
El marco teórico para el análisis y diálogo estuvo a cargo de las intervenciones de José Luis Coraggio, catedrático de la Universidad de Sarmiento (Argentina), Fernanda Wanderley de Bolivia y el sociólogo César Germaná, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
En tal sentido, la exposición del profesor Coraggio recorrió los procesos políticos, económicos y sociales  que desde hace 15 años aproximadamente se están produciendo en América Latina –una región cuyo devenir histórico ha estado signado por dictaduras y gobiernos neoliberales–con la asunción al poder de gobiernos progresistas en Argentina, Bolivia, Brasil, Venezuela, Uruguay y Ecuador.
 
 
 
 
Al respecto, el especialista destacó los progresos alcanzados en la redistribución de los ingresos nacionales  en favor de los sectores menos favorecidos de la sociedad, traducidos en mejoras en salud, educación, vivienda, seguridad social, reconocimiento de los derechos laborales, entre otros, que, sin embargo, tienen su origen en el incremento de la exportación de materia prima, es decir, se sigue manteniendo una matriz extractivista,  lo que sigue constituyendo uno de los  retos para consolidar modelos de economía solidaria.
Asimismo, señaló el reconocimiento legal de la economía solidaria y de otros modelos económicos en países de la región, especialmente en Ecuador y Bolivia, en un proceso que ha recogido y revalorado algunas de las prácticas y los saberes de los pueblos originarios de sus países.
 
 
 

No obstante, indicó que los gobiernos progresistas se han declarado antiimperialistas pero no  anticapitalistas” lo que constituye uno de los desafíos más fuertes para dejar el modelo capitalista, y que “aunque no hay un modelo tenemos que experimentar con formas para hacer economía popular social y solidaria”.

Por su parte, Fenanda Wanderley, explicó los logros y pendientes de la experiencia boliviana, señalando que ha sido posible debido a la convergencia de dos movimientos sociales importantes: el feminista y el movimiento solidario.

En relación a los aportes del primero, relató la lucha constante por colocar la  perspectiva de equidad de género en las relaciones sociopolíticas y económicas del país y que el hecho de que se hayan conseguido nuevas lecturas e interpretaciones, así como construcción de alternativas frente al modelo capitalista, “es un legado feminista”.

Y destacó que en la constitución boliviana se hayan establecido cuarenta artículos referentes a la equidad de género, en el reconocimiento del trabajo del hogar , trabajo no remunerado y  del trabajo productivo que contribuyen de manera significativa al desarrollo  de nuestros países.

Como desafíos, indicó el hecho de que aunque se cuenta con más liderazgos de mujeres, principalmente indígenas, campesinas y trabajadoras, “no se han transformado las relaciones patriarcales en nuestras familias, comunidades y el Estado”.

Asimismo, terminando su presentación, señaló que es importante que se acompañen los procesos de cambio en nuestros países, pero que “como feministas no podemos traicionar nuestra apuesta por la equidad de género”.

La intervención final estuvo a cargo del sociólogo peruano César Germaná de la Universidad de San Marcos, quien reafirmó la crisis civilizatoria del modelo capitalista y calificó a la economía solidaria como “una alternativa de organización social, de convivencia y existencia social”.

“ El horizonte histórico tiene raíces indígenas” sostuvo el especialista,  insistiendo en la práctica de la economía solidaria por los pueblos precolombinos americanos “ nuestros antepasados encontraron formas de vida armoniosas, como seres humanos y con la naturaleza, el buen vivir, el allin kausay” dijo.

Luego de las exposiciones se dio paso a los aportes del público, en este diálogo destacó la participación de Alicia Canaviri, mujer indígena boliviana,  quien reivindicó a la economía solidaria como patrimonio de los pueblos ancestrales “Nuestros antepasados no necesitaban dinero, ahora el dinero nos manda y por tenerlo vamos contra la Madre Tierra” reflexionó.
 
 


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