A un día del inicio de la COP 21 en París, compartimos este documento que ha suscrito la Marcha Mundial de las Mujeres.
Las y los firmantes, organizaciones y movimientos sociales de América Latina y el Caribe:
Las y los firmantes, organizaciones y movimientos sociales de América Latina y el Caribe:
CONSIDERAMOS
Que la crisis actual es más que
un calentamiento global, es una crisis sistémica: social, política,
alimentaria, económica y ecológico; causada por el capitalismo que promueve
modelos de producción y consumo extractivistas que favorecen a las grandes
compañías transnacionales.
El aumento de la violencia y la
discriminación, así como de los eventos climáticos extremos como efectos más
notorios de esta crisis son evidentes: deshielos, inundaciones, sequías,
deslizamientos de tierra, y atentan, en particular, contra las mujeres y las
comunidades originarias. Como consecuencia estamos perdiendo nuestra soberanía,
nuestro patrimonio cultural y la capacidad de vivir en armonía con la Madre
Tierra.
Por estas razones, expresamos que
es necesario un cambio de sistema con nuevos cambios y patrones de producción y
consumo que tengan por objetivo proteger nuestro medio ambiente como una forma
de garantizar la sustentabilidad de la vida.
DENUNCIAMOS Y RECHAZAMOS
1. Que el proceso promovido por
las Naciones Unidas en el marco de las COP solo ha incrementado la
privatización y mercantilización de la naturaleza y de los bienes comunes,
dejando de lado las verdaderas razones estructurales del cambio climático,
librando a los Estados de sus responsabilidades históricas y compromisos frente
al cambio climático.
2. La captura corporativa de la
Convención del Clima, sobre la que alertamos y combatimos para erradicarla,
para la protección del multilateralismo. Defendemos el multilateralismo porque
permite la participación de todos los países en las negociaciones y en la
exposición de sus posiciones.
3.Que los principios de la
economía verde, son falsas soluciones, estrategias de las corporaciones para
seguir manteniendo la privatización, mercantilización y financiarización de la
naturaleza lo que permite la apropiación
de tierras y territorios y la violación de los derechos de las comunidades
originarias. Por tanto, reafirmamos la
Conferencia Latinoamericana sobre Financiarización de la Naturaleza, que
realizamos muchas de las organizaciones
y movimientos sociales firmantes aquí, en
agosto de 2015 en Belém do Pará, Brasil.
4. Los mercados de carbono, los proyectos de reducción de GEI y
del desamntelamiento y reducción de florestas (REDD), alimentos transgénicos,
agrocombustibles, megaproyectos hidroeléctricos, entre otros son soluciones falsas
que están siendo promovidas para formar parte del Acuerdo de París.
5. La complicidad de las grandes empresas, instituciones
financieras internacionales, agencias de desarrollo, promueven escenarios para
la comercialización y despojo de nuestros territorios y de esa manera, nuestros derechos, así como la soberanía de
nuestros pueblos son concedidos a las transnacionales. Como ejemplo tenemos a
los TLC, los tratados bilaterales de desarrollo, que son solo expresiones de la arquitectura
de la impunidad. En tal sentido, apoyamos el proceso de negociación del Geupo
de Trabajo Intergubernamental de composición abierta sobre las empresas
transnacionales y otras empresas en relación con los derechos humanos que ha
sido creado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para establecer un
tratado que obligue a las transnacionales a respetar los derechos humanos.
6. Un modelo de dominación y opresión que sustenta una deuda,
cuyo pago desvía los limitados recursos
existentes de nuestros países que deberían ser utilizads en el desarrollo
social y ser usados para enfrentar las
consecuencias de las alteraciones climáticas sobre la vida de nuestros pueblos.
La deuda es económica, pero también es climática, social y ecológica.
EXIGIMOS
En el camino para solucionar la crisis es urgente:
1. Que los países desarrollados se comprometan a reducir las
emisiones de GEI, pues tienen responsabilidad histórica y las capacidades para
hacerlo, a transferir fondos para la adaptación y mitigación del cambio
climático en el Sur y la transferencia de tecnologías.
2. Poner fin a las persecuciones, desapariciones, torturas y
asesinatos de activistas sociales y defensores de los derechos de los pueblos y
de la Madre Tierra, ordenados por las corporaciones en América Latina y en
diversas partes del mundo. Además, que los gobiernos detengan la represión y la criminalización de la
protesta social.
3. La incorporación y reconocimiento de alternativas para el Buen
Vivir, a sustentabilidad de la vida, la defensa de los bienes comunes de la
Madre Tierra. En tal sentido, reivindicamos los estilos de vida de los pueblos
indígenas y campesinos y su visión de un mundo en armonía absoluta con la
naturaleza, basados en los principios de justicia ambiental, social y
climática.
4. Promover la autodeterminación territorial y
el autogobierno, la soberanía alimentaria, el camino global de matriz
energética que conduzca a la transición del uso de combustibles fósiles y en su
lugar a la soberanía energética, la economía solidaria y feminista, la gestión comunitaria
de bosques, tierras y el agua. Esto como parte del paquete de medidas correctivas que
consideramos urgentes para combatir la crisis sistémica.
5. Un cambio de sistema debe incluir una transición justa que será
construida con los trabajadoras y trabajadoras en una sociedad como un todo.
Este cambio debe suceder para garantizar el empleo decente, las libertades de
organización y la garantía de los derechos fundamentales, tales como la
negociación colectiva, acceso a la salud, al diálogo social, a los mecanismos
que garanticen la recalificación profesional. También a través de la creación
de una red de seguridad y protección
social, entendido como un derecho humano, bien como las políticas públicas que
garanticen formas de trabajo decentes.
6. En tal sentido, reivindicamos la Plataforma para el Desarrollo
de las Américas (Plada) desarrollada por la Confederación Sindical de los Trabajadores de
América (CSA), que contiene entre otras cosas, una medida y una manera de
transición justa que exigimos.
7. Esas ideas también presuponen la expansión del concepto de
trabajo, el reconocimiento del trabajo de las mujeres y el equilibrio entre a
producción y reproducción, de modo a que esta no sea una competencia exclusiva
de las mujeres.
EN AMÉRICA LATINA NOS UNIMOS A LAS MOVILIZACIONES
Estamos apoyando el proceso de trabajo de un nueva fuerza en las manifestaciones
de la Coalición francesa, que reúne a varios grupos sociales y organiza actividades
para nosotros, como personas del mundo, coloquemos nuestras denuncias y
exigencias en Paris, a un mismo tiempo en muchas partes del planeta.
A partir del acumulado de nuestras luchas y de nuestros procesos
comunes, en momentos como la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio
Climático y los derechos de la Madre Tierra en Cochabamba (Abril de 2010, y que
tuvo su segunda edición, del 9 al 12 de octubre), la Cumbre de los Pueblos Rio
+ 20 (junioo de 2012), o la Pre Cop Social de Isla Margarita (noviembre de
2014) y la Cumbre de los Pueblos de Lima (Diciembre de 2014).
En este camino que estamos trazando, llamamos a reforzar los lazos
de hermandad, solidaridad y acción en los procesos destinados a la construcción
de sociedad y colectivos justos, ferias equitativas, en las que los derechos de
los pueblos y de la Madre Tierra se puedan respetar.
Convocamos para profundizar sobre las resistencias locales,
regionales y globales contra la implementación de soluciones falsas y
peligrosas para las alteraciones climáticas, al mismo tiempo que se incrementa
la promoción de soluciones reales para los problemas de las personas.
Incitamos a apoyar las manifestaciones y la denuncia activa del
curso de las negociaciones do sobre el
clima, que favorece a las grandes corporaciones transnacionales y a los
gobiernos de los países desarrollados.
Finalmente, llamamos a
manifestarnos en todos los espacios y territorios para apoyar las más de dos
semanas de manifestaciones de París (de 28 de noviembre al 12 de diciembre).
Entendemos que esa instancia será un momento
importante de convergencia con las organizaciones y los movimientos sociales de
diferentes regiones en un camino más largo por la justicia climática, que nos debe proporcionar
para reunir fuerzas y avanzar en nuestras luchas comunes.
FIRMANTES
Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA) Coordenación Latinoamericana de Organizações do Campo (CLOC - Vía Campesina)
Marcha Mundial de las Mulheres (MMM)
Jubileo Sur/Américas Grupo Carta de Belém Amigos da Terra América Latina e Caribe (ATALC)
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